Evangelio del día – Velad y orad para no caer en la tentación

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Esto es lo que el Señor Jesús dijo a Sus discípulos después de orar en el jardín de Getsemaní, en ese momento era para recordar que velaran. Hasta hoy, la Palabra de la exhortación del Señor Jesús también es la que deberíamos practicar.

A menudo Satanás usa los métodos diferentes para tentarnos en este mundo oscuro y malvado, por ejemplo, el dinero, la fama y el estatus, y los deseos malignos etc. Por lo tanto, siempre deberíamos vigilar, orar, y no alejarnos de Dios ni ofrecer una oportunidad de ser aprovechados por Satanás. Por lo contrario, a pesar de que pensamos en satisfacer a Dios y practicar según Sus palabras cuando nos encontramos con las tentaciones de Satanás, no podemos traicionar la debilidad de la carne, ser tentados por Satanás, y caer en sus tentaciones. Al mismo tiempo, de las palabras del Señor, podemos entender que la fuerza de la oración es fuerte, y la oración es una arma ventajosa que el Señor nos da para vencer a Satanás. Por orar a Dios con frecuencia, podemos mantenernos una relación normal con Dios, obtener Su cuidado y Su protección, y vencer las tentaciones diferentes de Satanás.




Dios dice: “La oración es una de las formas en las que el hombre coopera con Dios, es un modo por medio del cual el hombre invoca a Dios y es el proceso por medio del cual el Espíritu de Dios toca al hombre. Se puede decir que los que están sin oración son muertos que no tienen espíritu, lo que prueba que les hacen falta las facultades para que Dios los toque. Sin la oración, no pueden alcanzar una vida espiritual normal, mucho menos pueden seguir la obra del Espíritu Santo; sin la oración, rompen su relación con Dios y no pueden recibir la aprobación de Dios. Siendo que eres alguien que cree en Dios, entre más ores, más te toca Dios. Esas personas tienen una mayor determinación y pueden recibir más la iluminación más reciente de Dios; como resultado, el Espíritu Santo puede perfeccionar sólo a personas como estas tan pronto como sea posible”. Se puede ver que la oración es muy importante, porque ésta es un puente para mantener nuestra relación normal con Dios. Que podamos calmar nuestros corazones delante de Dios a menudo, ofrecer las verdaderas oraciones a Él y pedir que Él nos proteja y nos cuide, y que nuestro corazón no se aleje de Él.


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